Yo Soy Legión

En el Nuevo Testamento hay un fragmento donde Jesús se topa con un endemoniado, que se presenta como "Legión" (porque son muchos). Y que por cierto le dice "yo te conozco" y Jesús le dice "cállate, no digas nada" que se presta a muchas especulaciones. Ya no sabemos si por ayudar al hombre o por callar los demonios, los lanza a una piara de cerdos que a su vez caen por un barranco y mueren todos. Me pregunto si indemnizaron al dueño. En fin.

Yo me atrevería a decir que todos somos muchos y tal vez depende del número de almas que tengamos, nuestra fuerza, sabiduría y poder. La psicología puede hablar de personalidades múltiples cuando se logran diferenciar en distintos momentos personalidades aparentemente inconexas en una persona. Pienso que lo que le sucede a esas personas, es que perdieron la fuerza o alma principal que coordina y controla al resto de almas y así, dos o más de ellas toman el control del cuerpo en diferentes  momentos.

Es bien sabido por el colectivo que un vampiro sólo puede entrar a la casa de uno si uno le abre la puerta o la ventana e incluso, se le invita a pasar. Para mí eso es una analogía. Aventurándonos en la especulación, creo que el recién nacido humano viene sin alma, una fracción del alma de los padres, o algunas pocas almas o fragmentos de ellas en principio. Y con el paso del tiempo, las experiencias, y muy probablemente la alimentación, vamos rompiendo sellos y permitiendo la entrada de otras almas que van conformando y modelando la manifestación externa que conocemos como personalidad.

No es infrecuente que alguien que conocimos de niño, de adulto sea alguien completamente diferente. Otros no tanto. Podemos ir de extremos cercanos a la santidad hasta la criminalidad enferma. Y es posible que contrariamente a las creencias científicas, no sea un rasgo personal que brote de la psique, sino un alma que entra o que se abre paso entre las otras y, por un momento o por mucho tiempo, logra dominar al resto.

En ese sentido, podríamos pensar al humano como un receptor y contenedor de almas. El límite? No lo sé. Pero tal vez por eso es que somos un manjar tan exquisito para los dioses. Es acaso que nos volvemos más exquisitos al paladar divino cuanto más almas contengamos?

Yo soy legión. Y tu?

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