El Arte de Pretender


El arte de pretender es algo que no cualquiera puede practicar.
En primer lugar y como requisito indispensable el sujeto debe haber despertado ante la verdad, tal cual es, en una o varias creencias de importancia capital en su vida como la religión, el amor, la familia, los pilares mismos que sostienen su realidad.
Ésto obviamente provocará grave daño en su ser, tan grave que pensará en terminar con su sufrimiento de diversas maneras. Sólo lo pensará ya que si lo hace no podrá pasar a la siguiente etapa.
En éste punto el individuo tiene 5 opciones, cuatro convencionales y una fuera de lo común:
1. Sin posibilidad alguna de decisión, desconectarse automáticamente de la realidad lo que se conoce como esquizofrenia o locura.
2. Terminar con su existencia lo cual es una salida frecuente.
3. Regresar a su zona de confort autoconvenciéndose de que eso que se reveló ante él se puede tratar de una excepción a la regla lo cuál no le quita validez a sus creencias llegando incluso a la sobrecompensación sumergiéndose en sus paradigmas lo más posible para preservar su integridad.
4. Permanecer en un punto intermedio desarrollando mecanismos de defensa y estabilización como trastornos de la conducta o adicciones de todo tipo mientras se mantiene tratando de regresar a su zona de confort o en búsqueda de la verdad. Ésta vía es autodestructiva en sí misma. Puede también desembocar en cualquiera de las otras 4 opciones.
5. Dominar el arte de pretender.
El arte de pretender consiste en aceptar la verdad y permanecer en la búsqueda de la misma (ya que de lo contrario puedes retroceder a cualquiera de los puntos previos) pero sin ser destruido en el intento. Es ver el lado amable de las cosas y decidir seguir viviendo y disfrutar de las cosas de la vida por elección y convicción propias. Conocer la realidad y cada vez conocer más sin ser afectado por la ruptura de paradigmas. Seguir disfrutando de la vida y lo que tiene que ofrecer. Reír ante la adversidad y la ironía de la vida. Sonreír ante la muerte misma.
No cualquiera puede practicar el arte de pretender porque la mayoría se queda en el camino. Locos, adictos, en su zona de confort o en el otro mundo.

Comentarios

Entradas populares